Nuestro cuerpo, y de igual forma el de los animales,
tiene la capacidad innata de repararse y regenerarse, capacidad que va
disminuyendo con el paso de los años debido al envejecimiento celular. Pero,
¿Cómo lo hace?
Uno de los factores más importantes para este proceso
es el almacén que nuestros animales y nosotros tenemos de células madre. Estas
células, encargadas del desarrollo del embrión y el feto y almacenadas en
diferentes partes del cuerpo en la edad adulta tienen la tarea de reparar los
tejidos dañados y sustituir las células que mueren rutinariamente. De esta
manera las células madre nos mantienen sanos e impiden el envejecimiento
prematuro.
Sin embargo, no todas las células madre son iguales, y
os voy a contar un poco que tipos se conocen actualmente:
- Células madre embrionarias: Son las obtenidas de un embrión en formación antes de una determinada fecha de desarrollo, y son células con una capacidad muy alta de regenerar y reparar ya que de forma natural se encargan de formar todos los tejidos y órganos del cuerpo. Tienen el inconveniente de su difícil obtención, principalmente por su origen y los problemas éticos que suponen.
- Células madre fetales: Se obtienen del feto en formación después de una determinada fecha, cuando el embrión ya se considera feto, y aunque no son tan multipotentes*1 como las anteriores provocan menos debate ético ya que pueden aislarse de fetos en los que por razones fisiológicas se ha interrumpido su desarrollo.
- Células madre adultas: Están en una gran cantidad de tejidos de animales “adultos”, y aunque su multipotencialidad y su capacidad de proliferación disminuyen*2 no provocan conflictos éticos y son, a la hora de utilizarlas como tratamiento, más seguras que las anteriores.
- IPS (induced pluripotent stem cells): Son células especializadas de tejidos a las que se las transforma para que den un paso atrás y se conviertan en células madre. Actualmente la medicina está investigando mucho con ellas, ya que adquieren la potencialidad de las embrionarias, pero tienen como problema clínico la manipulación de su ADN y la integración de retrovirus a estas células, lo que aumenta el riesgo de tumores. Por este motivo, la medicina está haciendo mucho hincapié en ellas, para hacerlas totalmente seguras.
Como actualmente las más utilizadas por
calidad/seguridad son las células madre adultas, voy a centrarme un poco más en
ellas
Estas células, podemos diferenciarlas en dos tipos,
por un lado las encargadas de regenerar y de diferenciarse en los diferentes
tipos celulares de la sangre (glóbulos rojos, blancos…etc) y por otro las que
pueden regenerar y diferenciarse en numerosos tipos de células de otros tejidos
(musculo, hueso, cartílago, grasa, sistema nervioso…etc). Así, para
diferenciarlas, a las primeras se las denomina células madre hematopoyéticas, y
las segundas: células madre mesenquimales o CMM.
¿De dónde se obtienen las CMM?
Aunque muchos de los tejidos del cuerpo poseen un
almacén de células madre para su propio uso, lo cierto es que actualmente en
medicina sólo se obtienen de unos pocos, intentando utilizar un medio cómodo,
seguro y fiable de obtenerlas. Los tejidos más usados son: la médula ósea y la
grasa, ya que hay un gran número de ellas y el acceso es sencillo.
Y estaréis pensando… ¿porque las células almacenadas
en el cuerpo no son capaces ellas solas de curar las enfermedades? La respuesta
es que si, si lo son, de hecho, aunque no nos damos cuenta, están
constantemente haciéndolo, fijaos por ejemplo en lo que ocurre cuando nuestra
mascota se rompe un hueso. O nosotros. Simplemente con fijárnoslo en su sitio
el hueso se regenera y, en poco tiempo, tenemos un hueso totalmente nuevo. Este
ejemplo también es válido para explicar la perdida de células madre con la
edad, ya que un adolescente, va a regenerar ese hueso mucho antes que una
persona mayor ¿Por qué? Por qué sus células son más jóvenes y tienen más
capacidad proliferativa (entre otros factores).
Por este motivo, lo que la Terapia celular y la
medicina regenerativa hace, es obtener las células madre, hacerlas multiplicarse
fuera del organismo hasta obtener cantidades muy altas para después
reintroducirlas en la zona lesionada para que se encarguen de repararla.
Pero eso no es todo…
Desde que se dieron a conocer (1961, Friedenstein), el
estudio de estas células ha sido exhaustivo, y hoy en día se conocen muchas
otras propiedades más allá de su capacidad de proliferar y diferenciarse.
Una de ellas es su efecto antiinflamatorio, más
potente incluso que la mayoría de los fármacos que utilizamos actualmente,
otra, la capacidad que tienen de poner en orden al sistema inmune haciendo que
este responda de una manera más efectiva, y otro, y casi uno de los más
importantes, es que las células madre son capaces de liberar factores que
estimulan a las células del propio tejido a recuperar un metabolismo y una
funcionalidad fisiológica y a reparar los daños.
Y aún hay más…
Ya que la medicina actual, aunque está tratando con
éxito algunas enfermedades con estas células sigue indagando y encontrando
otros tratamientos dentro de esta medicina regenerativa que utiliza células y
tejidos para enfermedades diversas… Por poneros algunos ejemplos de hoy en día,
en oftalmología el uso de la membrana amniótica (un tejido extraído de la
placenta en los partos por cesárea y con unas propiedades muy beneficiosas) es
una técnica rutinaria y muy efectiva que obtiene unos resultados excelentes sin
prácticamente efectos adversos. Otro ejemplo es el uso de los factores de
crecimiento en lesiones deportivas articulares que, aunque cuenta con
discrepancia de opiniones por parte del sector de la reumatología en cuanto a
su eficacia y utilidad a largo plazo, lo cierto es que se viene utilizando de
forma rutinaria en deportistas de élite y amateurs como tratamiento de ayuda
con buenos resultados.
En resumen, la terapia celular y la medicina
regenerativa son un campo de tratamiento de muchos tipos de enfermedades
utilizando las propias células y tejidos del cuerpo, y actualmente es un campo
en auge, innovador y exitoso en el ámbito de la medicina humana. Son muchas las
especialidades que ya están aprovechando sus propiedades para mejorar la salud
y detener enfermedades de difícil manejo apelando a sus altos beneficios y sus
escasos efectos adversos. Este campo está innovando día a día y encontrando
cura a enfermedades que afectan a toda la población, enfermedades que también
padecen nuestras mascotas, y, con vistas a aplicar todos estos conocimientos a
ellas la Clínica del Sol y Vetter aúnan sus esfuerzos por mejorar la vida de
nuestros compañeros.
Hola, me gustaría saber si creeis que se podria tratar la leismaniasis con estos tratamientos, ya que tengo un perro con leismania desde hace más de dos años. Gracias.
ResponderEliminarBuenos días Anónimo,
EliminarLa leishmaniasis es una enfermedad producida por un parasito, y que, salvo casos excepcionales requiere un tratamiento de por vida. Así, en primer lugar lo que te diría es que el tratamiento con terapia celular y celulas madre no va a curar la leishmaniosis, por lo que si lo que querías saber es que si hay opciones para ello sinceramente, te driría que no.
Otra cuestión es el tratamiento de los sintomas, y eso depende ya del estado de tu perro y los síntomas que tenga. El tratamiento con celulas madre podría aliviar algunos síntomas y quiza evitar TEMPORALMENTE la inflamación y los depositos de inmunocomplejos, que es lo que afecta principalmente al riñón y al hígado. Sin embargo, actualmente no hay ningún estudio sobre ello y no podría asegurarte que tuvieran un efecto beneficioso. Si quieres que te sea sincera, si fuera mi perro, probaría con ellas en estadíos avanzados de la enfermedad y cuando los farmacos pudieran resultar perjudiciales.
En un apunte a parte te recomiendo que preguntes a tu veterinario por tratamiento "natural" y de refuerzo inmunitario que va bastante bien.
Si quieres saber más cosas, o no respondi todas tus dudas no dudes en preguntar o mandarnos un mensaje.
Un abrazo y mucho ánimo.
Ángela
Veterinaria Especialista en Terapia Celular.